Primera de una serie de 3 prácticas para vivir mejor , basadas en manejar el estrés y entender sus relaciones con nuestro bienestar.
PRACTICA 1: ENTENDER EL ESTRÉS Y … A NOSOTROS MISMOS
La mala noticia es ….que no podemos eliminar el estrés en nuestra vida.
Y esto por qué, si es una de las principales causas de las enfermedades actuales y todo el mundo quiere eliminarlo, hasta se venden masajes, inciensos, alimentos y otro montón de cosas anti-estrés.
No lo podemos eliminar porque es algo natural, es una reacción de nuestro organismo ante un estímulo del exterior (o interior). Y esto viene desde hace miles de años , cuando los primeros habitantes tenían situaciones difíciles de afrontar, por lo general física, ya sea el ataque de una bestia o un peligro latente. Entonces nuestro cuerpo se pone en atención de ataque o huida y en ese instante se activa el sistema nervioso simpático y estamos listos para afrontar la situación de peligro.
Una vez que pasa el peligro , y si salimos vivos, nuestro sistema nervioso parasimpático entre en acción y calma el cuerpo.
Y este balance entre el sistema nervioso simpático y parasimpático es la clave para la regulación del estrés.
Si ya no tenemos por lo general situaciones físicas de peligro, pero nos imaginamos situaciones difíciles angustiantes que pueden pasar, entonces estamos estamos activando la adrenalina y el cortisol en nuestro cuerpo de manera muy repetida. Y si no ejercitamos nuestro sistema nervioso parasimpático , empieza el desequilibrio y vivimos una vida estresante y lejos del bienestar.
Entonces el estrés es natural, y como dice el doctor Carlos Jaramillo, médico funciona, experto en metabolismo, en su libro Anti Estrés.
“el estrés no es malo, todo lo contrario bien manejado y en bajas dosis, nos permite sobrevivir, ¡ El estrés es necesario! Su exceso sí es problemático. Si nos desborda no lo podemos manejar¨
Tipos de Estrés
Para la Academia Americana de Psicología, APA, esto del manejo del estrés puede ser complicado ya que existen 3 diferentes tipos de estrés : El estrés agudo, el estrés agudo episódico y el estrés crónico. Vamos a explicarlos según la APA:
1. Estrés agudo. Es el estrés más común y resulta ser emocionante y fascinante en pequeñas dosis, pero cuando es demasiado resulta agotador. En período de tiempo se produce por exigencias de pasado reciente y presiones por un futuro cercano. Puede ser por la bajada de una gran pendiente en bicicleta, cuando un perro nos asusta y persigue, o la tirada en un paracaídas. Este tipo de estrés ocasiona dolores de cabeza, malestares de estómago y otros síntomas cuando se exagera.
Como es un estrés de momento sin mucho tiempo de acción, el agudo no ocasione daños importantes. Este estrés se presenta en la vida de cualquier persona y es manejable.
2. Estrés agudo episódico. Se presenta en las personas que tienen estrés agudo con frecuencia. Por lo general son personas que siempre están apuradas, asumen muchas responsabilidades, tienen demasiadas cosas entre manos y no pueden organizar la cantidad de exigencia autoimpuestas ni las presiones que reclaman su atención.
Para la APA “Es común que las personas con reacción de estrés agudo estén demasiado agitadas, tengan mal carácter, sean irritantes, ansiosas y estén tensas. Siempre apuradas, tienden a ser cortantes y a veces su irritabilidad se trasmite como hostilidad. El trabajo se vuelve un lugar muy estresante para ellas”
Los síntomas del estrés agudo episódico son los síntomas de una sobre agitación prolongada: dolores de cabeza tensos y persistentes, migrañas, hipertensión, dolor en el pecho y enfermedad cardíaca. Tratar el estrés agudo episódico requiere la intervención en varios niveles, que por lo general requiere ayuda profesional, la cual puede tomar varios meses.
3. Estrés crónico. Para la APA este es el estrés más destructivo para la vida. Desgasta a las personas día a día y surge cuando una persona nunca ve una salida a una situación deprimente, ya sea por ser parte de familias disfuncionales, trabajar en carreras profesionales no deseadas o un empleo desagradable. Salir de una situación de estrés crónico no es fácil ya que plantea exigencias y presiones durante largos períodos de tiempo. La persona bajo este estrés puede sentirse sin esperanzas y posibles soluciones. Al ser un estrés tan dañino para nuestro bienestar es importante que sea tratado por profesionales con tratamientos médicos, de conducta y de manejo de estrés.
ALGUNAS CLAVES PARA EL BIENESTAR
La buena noticia es … en nosotros está la receta y parece simple pero es compleja:
Ten estrés bajo y controlado. El exceso te enfermará y va en contra de tu bienestar y de años de vida satisfactoria.
Para esta receta hay mucho de que escribir, hablar, comentar, consejos, etc, pero considero que la primera clave está en una sencilla y poderosa palabra: CONCIENCIA.
La conciencia no se toma, no se inyecta, no se transmite por microondas ni wifi, simplemente SE PRACTICA y se VIVE.
PRIMER PASO
El primer paso es tomar conciencia. Esto lo podemos hacer respondiendo las siguientes preguntas. Cómo vives? Vives estresado? ¿ En que tipo de estrés pasas durante la mayor de tu vida? ¿Cuánto tiempo en estrés agudo? Cuánto tiempo en estrés agudo espisódico
¿Vives en estrés crónico?
Para tomar la conciencia de como vivimos podemos examinar los comportamientos descritos en los tipos de estrés según la APA. También podemos considerar algunos de los signos originados por posibles cargas de estrés en nuestro cuerpo que el doctor Jaramillo nos menciona en su vídeo 10 signos que tu cuerpo tiene mucho estrés, los cuales son cansancio y somnolencia durante el día, causados por problemas para dormir, cefalia o dolores de cabeza, bruxismo, ansiedad, ataques de pánico, problemas digestivos, disminución de defensas y alteraciones de peso.
Sobre la toma de conciencia esto nos dice la APA:
“El peor aspecto del estrés crónico es que las personas se acostumbran a él, se olvidan que está allí. Las personas toman conciencia de inmediato del estrés agudo porque es nuevo; ignoran al estrés crónico porque es algo viejo, familiar y a veces hasta casi resulta cómodo.”
De esto hay mucha literatura médica y especializada por lo que te invito a seguir investigando y sobre todo como podemos practicar la activación del sistema parasimpático…
TIPS DE ESTA PRIMERA PRÁCTICA PARA EMPEZAR A MANEJAR EL ESTRÉS
1. Tomar conciencia del tipo de estrés que estamos sufriendo en las diferentes facetas de nuestra vida . Es decir, dar espacio al autoconocimiento de cómo estamos viviendo.
2. Entender los posibles síntomas asociados a una producción constante o frecuente de adrenalina y cortisol si estamos en modo de ataque o huída frecuente, ya sea físico o mental.
3. Leer, ver vídeos, escuchar podcasts y todo aquello de fuentes confiables, que nos ayuden a conocer más sobre el estrés, el despertar de la conciencia y la salud integral. Todo esto nos ayuda también con el punto 1 de la toma de conciencia.
4. Aprender y practicar la activación del sistema nervioso parasimpático, y sobre todo, respetar todas las funciones reparadoras de este mecanismo natural de auto-bienestar.
5. Salir a vivir y disfrutar el momento presente, porque solo hay uno, es irrepetible.
PASO SIGUIENTES:
Los pasos siguientes los trataré en la segunda entrega o práctica. En esta les estaré contando como practicamos la conciencia plena para manejar el estrés. Esto lo podemos hacer con prácticas como el Mindfullness, o en español: la actitud de atención plena, sostenida, deliberada y sin juzgar al momento presente...
También escribiré sobre lo que llamo el espacio del bienestar, esto es, el espacio de tiempo que tenemos entre la llegada de un estímulo y nuestra reacción o respuesta a este estímulo.
Nos vemos,
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Escrito por Rubén Vega, ruben@puraestrategia.com
Notas:
1. El autor ha realizado estudios en la Organización Círculo de Estudios para la Paz, España, en los programas de Reducción de estrés basada en Mindfulness. MBSR® y en la Formación Profesional en Instructor de Mindfulness.
2. Los daños que el estrés ocasiona a las personas pueden ser muy fuertes por lo que es un tema serio de abordar. Todos los conceptos y prácticas presentes en estos artículos son basados en evidencias y en estudios científicos con fuentes reconocidas.
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