Piense en el mejor equipo de trabajo en el que haya estado.
¡Cuáles eran los comportamientos y actitudes que se vivían?
¿Cómo se sentía usted como miembro de este equipo?
Y ahora piense, ¿cuáles eran los resultados que se lograron?
Usualmente los equipos de alto rendimiento tienen dos componentes esenciales: se viven valores comunes muy fuertes como confianza, integridad, comunicación clara, compromiso y como consecuencia se dan y exceden los resultados de negocio.
Esto lo que nos dice es que las organizaciones impulsadas por valores, no solo crean un excelente ambiente de trabajo, sino que impulsan los resultados de la organización, lo cual muchas veces pensamos que son áreas separadas.
Richard Barrett, autor del libro “La organización impulsada por valores” y creador del modelo Cultural Transformation Tools, toma sus experiencias para describirnos cómo las empresas que enamoran tienen muy claro que su principal diferenciador es el capital cultural, es decir los valores personales y organizacionales y cómo al vivirlos y hacerlos realidad impulsamos los resultados.
Las empresas que enamoran, tienen algunas características claves:
Tienen colaboradores fans. Estos son los que promueven la empresa porque se sienten respetados y valorados. Pero también porque viven en congruencia entre sus valores personales y los de la organización.
Cuando hay desalineamiento entre nuestros principios personales y lo que la empresa nos pide, se origina falta de compromiso y por ende no hay convicción ni pasión por lo que hacemos.
Crean clientes fans: Los clientes se sienten aliados, se generan alianzas en donde priva el respeto y por supuesto los resultados. Los clientes perdonan cuando hay errores.
Se preocupan por sus públicos de interés: los proveedores, comunidad, accionistas, y por supuesto colaboradores y clientes son tratados con integridad y transparencia, velando por el impacto positivo en cada uno.